Algunas de las sustancias que componen los productos que completan el tratamiento son el peróxido de hidrógeno, dióxido de silíceo, ácido fosfórico y agua oxigenada. En combinación, lesionan la melanina, la cual es la encargada de dar color al vello y a la piel. Este método sólo actúa de forma externa, y sus efectos son pasajeros, de tres semanas a un mes, dependiendo del tipo de persona.
La decoloración es una buena opción para disimular el vello corporal, pero en algunos casos puede tener inconvenientes: la piel siempre se enrojece después del tratamiento; la irritación periódica puede generar problemas en la pigmentación; a largo plazo en la zona facial del labio superior puede aparecer un oscurecimiento de la piel.
Si sufres de dermatitis, eczema u otro tipo de problema dérmico, es preferible que consultes antes a tu médico.
El vello corporal no siempre es un problema, depende de cada persona, pero si tú no deseas retirarlo por completo, la decoloración es una buena opción.