Ropa unisex, ¿sí o no?
A principios de marzo, Zara sorprendía con una noticia causando cierto revuelo: lanzaba su primera colección “sin género”. Bajo el título de Ungendered, la firma presentaba quince prendas de líneas sencillas y aire casual y sin diferencias de tallaje entre una y otra.
Ni mujeres con ropa de hombre ni hombres con ropa de mujer: simplemente prendas intercambiables, sin género marcado, ni de ellas ni de él.
¿Y a qué viene este experimento de la firma gallega? El movimiento cogió fuerza a principios de 2015, cuando los grandes almacenes Selfridges lanzaron su sección Agender, que ellos mismos definieron como una celebración de la moda sin definición, en la que clasificar prendas que cumplían los requisitos marcados: cualquiera puede vestirlas en cualquier momento.
En este contexto es mucho más fácil entender el sentido de las prendas que se pudieron ver en el desfile de Gucci de hombre para esta primavera. Cuerpos de encaje y camisas con lazo que perfectamente podría haber llevado una chica. Difícil de asimilar, pero parece que no tanto para una nueva generación, los dichosos Millennials, esos que Suzy Menkes ha bautizado como Generation Gender Neutral: esos que si ves de espalda no hay forma de diferenciar si son chico o chica.
Dos formas de entender el género no marcado: una, con prendas sporty y que responden al más puro normcore; y otras, con prendas más marcadas que se atreven en sección ajena, y que no son nada nuevo. Ya lo hizo Chanel cuando le puso pantalones a una mujer o Gaultier cuando vistió a los hombres con falda. Jaden Smith con falda en la campaña de Louis Vuitton SS16.
Si criticamos los juguetes sexistas, defendemos la igualdad de salarios… ¿tiene sentido llevar el debate al campo de la moda?
¿Separar la ropa en secciones de mujer y caballero está pasado de moda?